En la misiva emitida, el sumo pontífice consideró absurda la guerra en la que se encuentran sumidos muchos países del mundo: “La guerra parece aún más absurda. La fragilidad humana, en efecto, tiene el poder de hacernos más claros sobre lo que dura y lo que pasa, sobre lo que nos hace vivir y lo que mata. Quizá por eso tendemos tan a menudo a negar los límites y a rehuir a las personas frágiles y heridas: tienen el poder de cuestionar la dirección que hemos elegido, como individuos y como comunidad.” precisó el papa.

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El líder de la iglesia católica también se refirió por medio de esta carta a los periodistas de esta era, animándolos a centrar su trabajo de informar al mundo basándose en el verdadero servicio a la verdad: “ahora unen nuestro mundo en tiempo real: sientan la importancia de las palabras. Nunca son sólo palabras: son hechos que construyen entornos humanos. Pueden conectar o dividir, servir a la verdad o servirse de ella.”

Además, consideró que la diplomacia y las organizaciones internacionales necesitan «trabajar en su credibilidad», al tiempo que ratificó que la guerra solo devasta comunidades y el medio ambiente, sin aportar soluciones a las diferencias que puedan existir.

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Por otra parte, instó a las religiones del mundo a “recurrir a la espiritualidad de los pueblos para reavivar el deseo de fraternidad y justicia, la esperanza de paz.” A su vez agregó que todo lo expresado en el manuscrito exige compromiso y trabajo, motivando a unirse para que a través del esfuerzo la Gracia celestial no deje de inspirar y acompañar.

Según la oficina de prensa del Vaticano, el Papa Francisco presenta una oxigenación de alto flujo con cánulas nasales y en ocasiones puede prescindir de la oxigenoterapia, además la hinchazón de la mano en consecuencia a la movilidad reducida, ya ha mejorado.

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